Descansando – Reflexiones en torno a un detox digital

Come on live, heal and serve
Do you know what you are worth?
In these times of death and rebirth
We live, heal and serve

Nick Mulvey – «Star Nation»

Vengo de estar un mes haciendo un detox de redes sociales y traigo tesoros de esos lugares que me gustaría compartir. 

Parar, pausar. Dejar que lo que tenga que caer caiga, lo que haya de emerger emerja.

Al igual que un pájaro no está siempre volando, los humanxs no podemos estar siempre haciendo o produciendo -si hablamos capitalistamente-. 

Estamos presenciando y configurando sobre la marcha muchos cambios en relación a cómo vivimos. Parece que se abren dos espacios que se van entremezclando, el mundo presencial y el virtual. Aquí hablo de formas, como si fueran dos casas, que habitamos y que tienen una puerta que las conecta. 

Digamos que desde un punto de vista aséptico podríamos decir que son estructuras, lugares, cada uno con sus propias dinámicas que se originan en las intenciones de quién crea la plataforma y de los que están ahí. Un ejemplo sería, la red social X fue creada para favorecer la venta y una persona se puede situar ahí como vendedor y/o consumidor. 

Vamos a añadir una capa más: ¿Cómo estoy? ¿Cómo está mi sistema nervioso? Aquí nos estaríamos poniendo el filtro del trauma. ¿Entro en esta plataforma de forma regulada y conectada a mi voluntad? ¿O entro en modo supervivencia escapando de algo o buscando algún elemento que me haga sentir conectada/llena/suficiente?

He visto muchos pájaros este mes, siempre me inspiran, también encontré esta ilustración en un libro de una cafetería.

Estas preguntas son válidas para la casa presencial y también para la casa virtual. Volviendo al pájaro que no está volando siempre, imagina cómo se comportará un gorrión que lleva 5 días sin comer y cómo lo hará el que se siente satisfecho. Nosotrxs quizás no busquemos una manzana en redes pero sí buscamos nutrirnos de conexión. Los seres humanos necesitamos sentirnos parte y sentirnos queridos y suficientes.

Lo que ocurre es que la casa digital está llena de estímulos que cambian continuamente y de forma muy veloz. Me recuerda a cuando vivía en Granada, estudié allí la carrera y en esta preciosa ciudad es muy típico que cuando vas a un bar y pides una bebida te ponen una tapa, y luego otra y otra y para mí llegaba un momento que no sabía si había cenado, porque había comido un montón de cosas diferentes pero con un ritmo entrecortado, con comida que no había elegido yo conscientemente y eso hacía que no terminara de quedarme satisfecha en términos de… “vale, ya he cenado”.

Entonces entras en esa casa y de repente has visto un montón de cosas super interesantes pero no te acuerdas bien de ninguna y llega un momento en el que te bloqueas, no sabes qué ha pasado y te empiezas a sentir con un vacío que es el que tenías cuando entraste… 

Nuestro sistema nervioso, sigue siendo humano, necesita regulación para poder sentir conexión y aprendizaje real. A mí me encanta descubrir cosas nuevas y estar en contacto con lo que los demás hacen por si quiero participar en alguna propuesta, pero para mí es importante que esas decisiones sean desde la consciencia y no desde la supervivencia. Sabiendo que siempre habrá un poco de las dos, porque no somos perfectxs y el sistema mayoritario funciona así.

Personalmente había experimentado estar sin notificaciones y entrando un tiempo determinado pero nunca había para completamente durante tanto tiempo, 30 días. Mi cuerpo y mi sabiduría innata ya sabía que esto sería muy saludable y estaba esperando a que llegara Lucía, una mujer estupenda, para que me dijera: “Ángela, haz un pausa”.

Era la voz de mi consciencia guiandome, sin dudarlo dije: Sí, quiero. Y aquí estoy contándoos todo esto… Una cosa es saberlo mentalmente y otra bien distinta es experimentarlo y caminarlo. Y aquí aprovecho para meter una cuña de que creo fervientemente que estamos convocadxs a bajar de las ideas a la experiencia sentida.

En uno de mis paseos me encontré una escultura de Ícaro. Esta imagen me conecta con saltar a lo desconocido.

«Ícaro y Dédalo»  Charles Paul Landon.

¿Qué he descubierto de este detox digital?

  • Primero, poder dar más espacio a sentir ese vacío, -aiii suspiro… nuestros vacíos…- que están deseandito de que paremos y nos sentemos con ellos. 
  • Segundo, reafirmar la importancia de la conexión y el compartir. Todo lo que me iba sucediendo lo iba registrando y contando a diferentes personas, ahí se iba generando una inspiración conjunta en lo que se movía para cada unx con este tema tan candente.
  • Tercero, sentirme más presente, con más energía y disposición para estar activa en otros espacios. Estar en la vida con más tiempos de disfrute y curiosidad que de exigencia y comparación.
  • Cuarto, experimentar como la sobreestimulación es un muro que bloquea mi creatividad. Durante este tiempo he vivido días de “mono” donde inconscientemente buscaba otras vías de sobrestimularme (por ejemplo buscando el regalo perfecto para mi pareja en 100 webs). En cambio otros días eran puro fuego inspiracional, me venían muchas ideas, ganas de crear y compartir. Todo esto lo he canalizado hacia unos talleres grupales que llevaba tiempo queriendo cocinar y que saldrán a la comunidad en primavera. Con mucho mimo estamos creando Candela y yo una experiencia de casita segura digital para unir sensibilidades y creatividades.
  • Quinto y concluyo, sentir, ver, observar, escuchar desde mi centro lo que hay a mi alrededor y dentro de mi. Pájaros, personas, plantas, edificios, olores, texturas, sensaciones… Pura abundancia y diversidad.
Este cuadro es uno de las bellezas que he descubierto en este tiempo: «El triunfo de Venus» de François Bucher

Este experimento me ha permitido salir de esa casa y preguntarme qué quiero, qué necesito y qué está pasando dentro de mí. Es algo que ya había hecho a lo grande con otras casas: medios de comunicación, relaciones, lugares… Parar, tomar distancia, descansar, encontrarme y recordarme qué quiero. Una y otra vez, vuelvo a confirmar que es un hogar este del descanso y la escucha de lo que hay para saber cuáles son los siguientes pasos.

Conforme vamos aumentando esta autoconciencia tenemos más disponible la posibilidad de saber cuáles son las sensaciones corporales de límite. Es decir, identificando como nuestro cuerpo nos dice «ya está, como sigas aquí te vas a colapsar», podemos tener un aviso que nos guíe hacia una relación más regulada con estos lugares digitales.

Para mí es muy importante tanto en mi camino de vida como en lo que ofrezco a otras personas el poder conectar con la autenticidad y las decisiones libres, soltando condicionamientos y automatismos que nos alejan del camino propio.

Estoy profundamente comprometida con eso y por ello pongo interés en que mi comunicación sea clara, profunda, lenta y amable. También poniendo la intención en que si llegas a mí y a lo que ofrezco sea desde un interés genuino y real y armónico para las dos partes.

Si quieres estar en contacto conmigo y saber más sobre sentir y ser, te puedes apuntar a mi newsletter ♡

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